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Zippo Original by Zippo

Esta fragancia del año 2010 es la primera creada para la marca Zippo, empresa fundada en 1932 por George Blaisdell y famosa por su línea de encendedores a prueba de viento y resistentes al clima que fue creada por desesperación del fundador durante la época de la depresión en Estados Unidos, inspirado en un encendedor funcional austriaco de exteriores con una chimenea protectora de la llama de aspecto tosco y que debía operarse con ambas manos, mejorando el fundador el diseño para que fuese manejado con una mano y usando una carcasa de metal aprovechando su experiencia en la fábrica metalúrgica de su familia que había vendido en la década del 20, agregando un tapón con mecanismo de retorno que era el encargado de extinguir la llama, con el nombre "Zippo" como derivación de la palabra "zipper" o "cremallera", a la cual el fundador le encontraba un sonido futurista. La licencia de fabricación del perfume esta a cargo de la casa de perfumes italiana Mavive, propietaria de Pino Silvestre y de otras licencias como Borsalino, Police y Pal Zileri, con el envase tomando la forma del encendedor clásico de la marca Zippo, con caras lisas rectangulares y bordes redondeados, con el spray ocupando el lugar de la mecha para el fuego y con el tapón usando el mismo mecanismo de cierre del encendedor, agregando la opción de escoger el envase en un color plateado metálico clásico, rosado, verde o azul, siguiendo la idea de las ediciones decoradas coleccionables del encendedor. En el sitio de Zippo Fragrances señalan que las notas aromáticas de este perfume son: pimienta negra, lavanda, geranio, salvia, granos de tonka, bergamota, pomelo, manzana, hojas de violeta, cedro, pachulí, madera de cachemira, vetiver ahumado y vainilla.

En la partida la fragancia tiene una partida verde herbal inclinada a ajenjo y pasto de praderas con menta, en un estilo muy parecido al de Swiss Unlimited de Victorinox pero con rastros más ásperos y cremosos, con vetas secundarias cítricas frescas en la línea de la bergamota que actúan como complemento fresco casi sin interferir en el aroma principal. En fase media a 20 minutos de la primera aplicación el grupo verde silvestre tiende a volverse más cremoso, con dejos de madera ahumada y puntos entre vainilla y ámbar que dan una idea de bronceador tenue parecida a la que proyectaba Mandarina Duck Man Black, resaltando una línea algo plástica que se alinea con maderas secas tipo años noventa. A 1 hora de aplicado el ajenjo tiende a pachulí neutro con menta, sin un tono extremo de mentol o pino de bosque y con un cuerpo cremoso que no alcanza a llegar al confitado, con puntos plásticos ahumados que se distancian de una flor de azahar y tienden a resina anisada con madera. A 3 horas retorna la idea de ajenjo con menta con un aspecto más licoroso y rústico, cercano a heno y praderas que vuelve a cambiar a pachulí con plástico ahora más volátil, con un dejo cremoso ligero parecido a Quicksilver pero mucho más rebajado y secundario, agregando a las 4 horas un cuerpo más acuático y de corte noventero, con aires de agua especiada o agua de lavanda seguida de resina plástica que se acerca ahora a la idea de granos de tonka, con algo de manzana y geranio perceptibles al fondo como parte del cuerpo de agua de lavanda. A 6 horas vuelve a perderse la línea de ajenjo, que ahora cambia a anisados más picantes acompañado de un grano de tonka bajo pero más notorio, con menos lavanda y más aires florales de azahar sobre un cuerpo más ligero de agua con resina avainillada sucia, mostrando recuerdos de Azzaro pour Homme a nivel ambiental a las 12 horas por una línea de lavanda anisada, centrándose en papel en un grano de tonka intenso y plástico con más puntos de flor de azahar y ajenjo a nivel secundario. En fase final la fragancia sigue proyectando una base amaderada y ambarada a nivel ambiental, con buena estela y dando un soporte masculino clásico, con un retorno de la capa de ajenjo a corta distancia la cual ahora está más cremosa y con un efecto mentolado en nariz, con el grano de tonka asimilándose con ámbar y resinas, más un punto sucio al agua que parece ser raíces terrosas de vetiver.

Como primer producto de una marca que se incorpora al mundo de los perfumes, la fragancia toma un esquema atípico que se aleja de las mezclas tradicionales masculinas clásicas, optando por un enfoque naturalista similar a de Victorinox que resalta un pasto al ajenjo que deriva a un agua floral con granos de tonka resinosos, algo sucios y enfocados hacia un estilo joven bajo el semiformal y que se mueve bien en el ámbito de diario, principalmente veraniego pero con buenos momentos atemporales invernales de interior a cargo de la tonka, de corte urbano y suficientemente relajado para moverse en exteriores fuera de la ciudad. En oficina el aroma consigue un buen efecto memoria por el punto de ajenjo, teniendo un buen soporte por la estela clásica ambarada que maneja y aumentando su intensidad a medida que se acerca a la fase final, insertándose dentro de un ámbito semiformal más centrado en relaciones de colegas con camisa abierta y mangas dobladas que de reuniones o grandes presentaciones de proyectos con corbata. Como aroma nocturno las vetas sucias calzan bien en pubs, con una imagen semiformal no necesariamente pulcra y que puede bajar sin problemas a un informal de fiestas un poco más serio y que se acopla bien con olores ambientales como humo. Por el lado romántico la fragancia presenta una imagen masculina relajada, joven y sincera sin grandes rodeos y con un punto de ajenjo adictivo que despierta curiosidad e invita a oler, cuidando en la cantidad aplicada para que el anisado no escape a niveles picantes intrusivos. Rango de edad entre 20 y 45 años.