Decadence by Marc Jacobs

Este perfume del año 2015 aparece como una nueva línea dentro de las fragancias de la marca del diseñador Marc Jacobs, continuando con la historia de evolución de una mujer que comenzó con un perfil inocente en Daisy y pasó a niveles más extrovertidos con Lola, donde Decadence representa a una mujer sensual y más madura rodeada de lujos que proyecta un glamour irreverente. El envase considera una botella de color verde luminoso rectangular decorado por un tapón dorado cubierto con piel sintética de pitón en color verde oscuro que se sujeta con imanes a la sección de vidrio y en conjunto toman la forma de una cartera o bolso de fiesta de mujer, incluyendo una correa metálica de eslabones dorados que remata en un adorno consistente en un nudo de seda negra. En el sitio de Marc Jacobs presentan para el perfume estas notas: ciruelas, iris, azafrán, rosas búlgaras, jazmín, vetiver, madera de papiro y liquidámbar.

En partida el perfume muestra una combinación de moras con cítricos que evolucionan a vainilla con frambuesas y tienen un primer cambio a los 5 minutos variando la sección cítrica alimonadas a lirios del valle con un aire de iris que reemplaza las frambuesas y reduce la vainilla a un confitado, ocurriendo a los 10 minutos un retorno de las moras asociadas a un iris que van seguidos de una vainilla más amaderada y acaramelada, surgiendo a los 15 minutos ideas combinadas de vainilla con pachulí y logrando a los 20 minutos una mayor amplitud de la nota de iris que cubre el rango de moras a jazmín. En fase media a los 30 minutos el aroma alcanza una apariencia más calmada y silvestre en polen de mimosas y lirios de valle con un iris graso intercalado sobre un fondo de madera con residuos de vainilla, incrementando la presencia de iris con violetas al acercarse a 1 hora del inicio rodeándose de tonos dulces más amplios de polen, ámbar y grosellas rojas. A las 2 horas el perfume se mantiene sobre una línea de vainilla amaderada dulce con rasgos acaramelados que se aparta de un concepto de pachulí confitado al sumar aportes de canela y jengibre que rondan una idea fresca de agua especiada que incluye puntos de mandarina con desvíos a rosas dulces amieladas, reapareciendo a las 3 horas los aportes de moras que se sienten jugosos y con una interferencia de especiados que se desplaza a opciones más picantes de jengibre y cardamomo con un aire de vetiver, aligerándose la fragancia a las 4 horas con una vainilla más fresca con ámbar y rasgos compactos de flores cercanas a un ylang-ylang con canela sobre frutas neutras imprecisas más maduras que dejan un aire de licor. Al pasar de las 6 horas el perfume resalta tonos terrosos que nuevamente dan un paso breve por pachulí y se centran en un praliné con vainilla parecido al de CH de Carolina Herrera, agregando aires de chocolate y una base más compacta de especiados y polen de flores que producen ideas de tabaco y miel con un desvío a frutas rojas de peonías que impide que se acerquen al estilo de tabaco narguile de Belle d'Opium de YSL, ocurriendo a 9 horas turbiedades en la vainilla que elevan el tono terroso que se acerca a cuero húmedo pero que evita caer en un pachulí al desplazarse a un polen ácido de la familia de la flor de la pasión o maracuyá con un caramelo secundario al ámbar, bajando a 12 horas la presencia de vainilla en favor de resinas dulces que se acercan a ládano con reapariciones de iris en segundo plano con puntos dulces no ácidos que se confunden con peonías, frutas rojas y miel. En fase final a las 24 horas el perfume oscurece la línea de vainilla llevándola al rango de resinas licorosas con madera donde se sienten brillos de praliné, cuero y canela con secciones vagas de fruta en la base, dando la idea de una combinación de características de Opium de YSL con CH de Carolina Herrera.

La fragancia se mueve en un segmento oscuro dominado por una vainilla amaderada donde se sienten aportes secundarios de fruta madura y flores con especiados, destacando por un acaramelado central que determina a nivel de diario una preferencia de otoño e invierno que no sigue un perfil deportivo. En oficina el aroma se siente llamativo sin ser intrusivo, dejando una idea algo misteriosa pero empática a la vez que se hace notar como centro de atención en reuniones evitando recurrir a notas de pachulí que abundan en la perfumería contemporánea comercial, cubriendo el segmento informal y semiformal con un efecto memoria bueno que se ve afectado por la intensidad del aroma que se percibe sólo a corta distancia. A nivel nocturno la fragancia necesita de sobreaplicaciones para hacerse notar tanto en fiestas informales no adolescentes como eventos sociales y cenas semiformales, con el punto de vainilla especiada pudiendo funcionar en eventos formales no exigentes. En lo romántico algunas porciones particulares del perfume llaman la atención y producen una curiosidad sensual, pero con la madera y los especiados jugando en contra si se maneja mal la dosis aplicada, orientándolo al lado del disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.